Buenas a todos! Hoy vamos a hablar del ajo negro, un ingrediente que a partir de ahora va a ser imprescindible en vuestra cocina.
El ajo negro no es ninguna variedad distinta de ajo, puede ser ajo morado, como el que se cultiva actualmente en la zona de Castilla-La mancha, que sufre un largo proceso de fermentación natural a baja temperatura. Procede de la cocina asiática donde se usa ampliamente, sobre todo en Japón y Corea.
Beneficios del ajo negro
Es bien conocido el uso del ajo, mejor si es crudo, como antibiótico natural frente a virus y bacterias, pero no se queda ahí la cosa, también fortalece y estimula nuestro sistema inmunitario, encargado de protegernos frente a agentes patógenos. Además, ayuda a movilizar el colesterol y a evitar que se adhiera a las paredes de los vasos circulatorios, ideal para aquellos que necesitan controlar sus niveles de colesterol. Es una importante fuente de vitaminas y antioxidantes, que nos protegen frente a las radiaciones solares de alta energía. Entre otras cosas, aunque no la última, es un ingrediente que os ayudará a conservarla piel tersa y rejuvenecida y os aportará energía y vitalidad.La mejor noticia, es que tras el proceso de fermentación, todas estas propiedades beneficiosas que el ajo tiene para nosotros pueden llegar a multiplicarse ¡por diez!
Todo esto, con un efecto positivo añadido, al estar fermentado, el ajo pierde gran parte de su olor, por lo que no tendremos que sufrir el indeseado mal aliento posterior. Además, pese a que parezca que esta carbonizado, no es más que el color, pues su textura se vuelve untuosa y suave. El sabor adquiere matices afrutados y el característico sabor a ajo se vuelve mucho más sutil.
Cómo usar el ajo negro
Gracias a su textura untuosa es ideal para untar en tostas en las que usemos el ajo normalmente, combina a la perfección con verduras, carnes y pescados y le da un ligero toque a ajo, pero más suave.
Podemos incluirlo en cualquiera de nuestras ensaladas, nos aportará un contraste de color muy interesante con el resto de ingredientes.
¡Cualquier idea que se os ocurra puede funcionar genial! Se me hace la boca agua sólo de pensar en un bocadillo con el pan tostado en mantequilla, ajo untado en una de las rebanadas, un buen aceite en la otra y un par de lonchas de jamón; o unos espárragos trigueros a la parrilla, para los vegetarianos.
El ajo negro se puede incorporar a vuestra dieta cotidiana sin ninguna dificultad, pero ¿dónde comprar ajo negro?
¿Dónde conseguir ajo negro?
El ajo negro se puede encontrar en tiendas de comida asiática con cierta facilidad, pero por si no encontráis a vuestro alcance, podéis hacerlo en casa, aunque ya os avisamos de antemano que no es un proceso rápido.
Para convertirse en ajo negro, las cabezas de ajo deben estar a unos 140ºC durante 40-60 días, aunque a los 10 días de proceso ya se pueden consumir, es mejor dejarlas fermentar totalmente para aprovechar al máximo sus cualidades beneficiosas.
Para ello, si tenéis un horno eléctrico podéis ponerlo al mínimo durante el tiempo que dura el proceso; en los hornos de gas, para alcanzar esta temperatura puede ser suficiente dejar el piloto encendido únicamente.
Debido a que hay que dejarlo varias semanas encendido, lo más aconsejable es hacer toda la cantidad que se pueda para tratar de amortizar la factura.
Espero que después de las cositas que os hemos contado, os apetezca probar el ajo negro, ¡sin duda no os arrepentiréis! y vuestra salud os lo agradecerá.
Contadnos si ya lo habéis probado y qué os ha parecido.
